En este artículo te vamos a mostrar la historia y la evolución de los tacones en los zapatos. Y es que a pesar de que los tacones nos rodean, muy pocas personas conocen su historia. Si te apetece conocer un poco más de esta historia, te invito a quedarte con nosotros.
Historia del tacón en los zapatos
A pesar de que pensamos que los tacones llevan toda la vida entre nosotros, hay que dejar claro que los mismos son muy antiguos, pero no son antiguos como la humanidad.
Según los últimos estudios, se estima que los tacones podrían tener algo más de 2000 años, es decir, cuando Jesucristo nació ya podrían existir y ser usados. Es más, algunos historiadores sitúan a los tacones en la época de los egipcios y en la Grecia antigua. Esta variedad de tacón no era como la conocemos ahora, sino que destacaban por ser de de corcho de madera y tener una altura que rondaba los 8 cm. Muchos de estos tacones eran usados para representar obras de teatro y no formaban parte del vestuario de las personas por la calle. En las obras de teatro se usaban para demostrar la clase social de cada personaje. Cuanto más alto fuese el tacón, más dinero tenía.
Pero para llegar al calzado con tacón que conocemos a la actualizad, no tenemos que viajar tantos siglos atrás, sino que tenemos que viajar hasta el siglo XV.
Evolución de los tacones
Durante el siglo XV el calzado con tacón era muy popular, tanto entre los hombres como por las mujeres.
Esta tendencia comenzó a cambiar a partir del siglo XVII, cuando en Venecia se pusieron de moda una especie de calzado que se llamaban Chapines. Como sucedía en las representaciones teatrales, las mujeres llevaban un tacón que marcaba su clase social. Cuanto más elevado era el tacón, de mejor clase social era la mujer. Fue tal la moda, que algunas mujeres llegaron a llevar tacones de hasta 50 cm de altura, toda una locura la verdad.
Llama mucho la atención los posados de Luis XIV. Este rey siempre posaba con zapatos de tacón en sus cuadros. Pero no fue hasta el siglo XVIII cuando el zapato de tacón paso a ser un calzado únicamente para mujeres y por ello los hombres dejaron de usarlo. A partir de este siglo, los zapatos femeninos de tacón se popularizaron y pasaron a ser zapatos más delicados y con un diseño más curvado. En cambio, el calzado de los hombres comenzó a ser más plano, imitando más a una bota que conocemos hoy en día. Eso sí, el calzado de tacón paso a ser un calzado elegante y la altura ya no indicaba la clase social de la mujer que lo usaba. Si seguía mostrando poderío, ya que la mujer de campo no tenía dinero para llevar un calzado tan delicado.
Según ha ido evolucionando el tiempo, el calzado de tacón perdió importancia para el hombre, hasta el punto de que el mismo ha pasado a ser todo un signo feminista.
Pero hay que dejar claro que el calzado de tacón perdió protagonismo en ambos sexos el periodo de ilustración, aunque el hombre apenas lo usaba. Esta pérdida de protagonismo se dio porque la mujer comenzó a cambiar su estilo de vida y se dio cuenta de que en ese periodo de tiempo el tacón no era para nada útil. Fue tal el abandono, que era casi imposible ver a una mujer con tacón por la calle.
Pero una vez que paso ese periodo histórico, el tacón poco a poco volvió a recuperar protagonismo. No volvió de golpe, pero cada vez más mujeres querían volver a llevar este tipo de calzado.
La evolución del tacón no ha parado hasta el día de hoy. Como puedes ver, el calzado de tacón sigue siendo visto como un calzado femenino, de aquí que los hombres no sigan usando esta variedad de calzado. Si nos fijamos en las mujeres, podemos ver como ellas apuestan por esta variedad de calzado para realzar su figura y hacer parecer que tienen las piernas más altas.
Lo que si está claro es que hoy en día el zapato de tacón es uno de los calzados más usados por las mujeres y no falta en ningún zapatero de mujer. Es tal el éxito de este tipo de calzado, que no es complicado encontrar miles de variedades de este calzado. Y es que a cada mujer le gusta llevar un diseño de zapato de tacón distinto, de aquí que las tiendas estén llenas de variedades de este calzado.
Ahora solo nos queda ver si en el futuro el tacón tendrá igual o más protagonismo, o en cambio la mujer verá que no es útil ni cómodo y por ello lo volverá a abandonar. Pero esto ya esto ya son cosas del futuro.
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